“Bipa no cree en los cuentos de hadas. No le interesa nada mas allá de las cuevas donde vive su gente. En cambio Aer, parece que cada vez se aleja mas de la realidad y va dejándose absorber por el brillo de la estrella azul… donde dicen que vive la Emperatriz de los Etéreos.”
No he tardado nada en leerlo, quedándome con ganas de mas, sobre todo en el final me hubiese gustado añadir algunas cosas, porque aunque el libro sea gordo, la letra es enorme, así que su lectura es bastante dinámica.
Aunque Laura sea mi autora de libros preferida, creía que el libro este no iba a tener mucho que contar nuevo, ya que me parecía que iba a ser como Narnia por ejemplo… ¡para nada!
Ha creado un mundo totalmente diferente, que me recuerda mucho a Memorias de Idhun, en el aspecto en que hay una ambigüedad, donde los lectores pueden llegar a opinar si los deseos de la gente tienen una justificación justa y no es ningún disparate.
Con cada libro que leo, te lleva a un lugar maravilloso, y totalmente diferente y a mi desde luego, esta historia me ha encantado.
También he leído por ahí, que tampoco tiene mucha profundidad la lectura, es decir, que no tiene mucho misterio a medida que avanzas en la historia, y es que es normal, sigue siendo lectura infantil.
Aer y Bipa tienen personalidades totalmente contrarias, por algo se llevan tan mal. Desean cosas muy distintas, llevándolo a extremos opuestos. En este mundo se hace realidad, algo que ojala existiese en la vida real, y es la aberración a la vida, el querer sentir.
Cuentan que, mas allá de los Montes de Hielo,
mas allá de la Ciudad de Cristal,
habita la Emperatriz de un deslumbrante palacio,
tan grande que sus torres mas altas rozan las nubes,
y tan delicado que parece creado con gotas de lluvia.
Dicen que la Emperatriz es tan bella
que nadie puede mirarla a la cara sin perder la razón.
Dicen también que es inmortal
y que lleva miles de años viviendo en su palacio,
en el Reino Etéreo.
Allí, en el palacio de la Emperatriz,
no existe el sufrimiento,
ni se pasa frío,
y no es necesario comer,
porque nunca se tiene hambre…
Simplemente… maravilloso…
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